Por su parte, Estados Unidos también está fortaleciendo su presencia en la zona, aunque en octubre del año pasado el presidente norteamericano, Donald Trump, anunció el retiro de sus tropas del país árabe.
El pasado sábado, una patrulla militar con la bandera estadounidense bloqueó el uso de una autopista principal en el noreste de Siria por un convoy militar ruso, un incidente parecido a los otros enfrentamientos en el pasado.
El hecho ha aumentado aún más las tensiones entre las dos partes. El opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) informó el martes que Rusia ha desplegado sistemas antiaéreos S-400 en la ciudad de Al-Qamishli, en la provincia siria de Al-Hasaka (noreste).
El rol de Rusia y EEUU en el conflicto armado en Siria
Rusia apoya al Gobierno legítimo del presidente sirio, Bashar al-Asad, mientras que EE.UU. desde los primeros días de la crisis armada lleva ofreciendo ayudas a grupos terroristas y los llamados rebeldes y tiene una fuerte presencia en las zonas petroleras del país.
Tras el anuncio de retiro de Trump y una ofensiva de Turquía al norte del país árabe, Rusia aprovechó la situación para aumentar su presencia en esta área, donde se hizo con el control de varias bases y puestos militares abandonados por EE.UU.
No obstante, poco después, Washington decidió desplegar soldados, con equipamiento logístico y militar, en el noreste de Siria, so pretexto de “proteger” los campos petrolíferos del país árabe de los grupos terroristas.
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