Así lo advierte un artículo escrito por el analista israelí Nehemia Shtrasler, publicado en el rotativo local Haaretz. El autor culpó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por el enorme arsenal de misiles y cohetes de alta precisión que posee el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
Según el artículo, la cobardía y la dilación de Netanyahu hicieron posible que Hezbolá estuviera armado con decenas de miles de misiles. Detalló que, aunque se suponía que la milicia libanesa no usaría sus misiles, algunos de los cuales, de largo alcance, Hezbolá demostró que puede arrasar Al-Jalil con sus armas.
Fustigó a Netanyahu por arrastrar a Israel en una guerra prolongada para que pueda mantenerse en el poder. Hizo hincapié en que Israel no está hecho para guerras largas, razón por la que aún no ha tenido éxito después de 203 días de la guerra en la Franja de Gaza y otros frentes de la guerra.
El autor admitió que esta guerra va en contra de la estrategia de Israel, que siempre busca llevar a cabo guerras a corto plazo. Detalló que Israel es una entidad pequeña que depende, en gran medida, de la opinión pública mundial y de la ayuda militar de Estados Unidos.
Shtrasler adujo que no hay tiempo, y, de hecho, cada día que transcurre la guerra, las condiciones de Israel en el mundo empeoran, las sanciones contra la entidad hebrea aumentan y la economía israelí se ve cada vez más dañada.
Israel enfrenta una guerra de multifrentes desde el pasado 7 de octubre, cuando lanzó una campaña de bombardeos implacables contra Gaza, que ha asesinado hasta ahora a más de 34 388 personas. Desde entonces, Hezbolá lleva a cabo a diario ataques a gran escala contra objetivos militares e intereses de Israel en apoyo a la Franja.
En esta línea, el sheij Naim Qasem, vicesecretario general de Hezbolá, dijo el sábado que esta milicia está determinada a continuar las operaciones de represalia mientras el régimen de Tel Aviv continúe su brutal guerra en Gaza.
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