Según la agencia de noticias británica Reuters, las víctimas mortales se han producido en las ofensivas de helicópteros saudíes contra la aldea de Bani Zela, fronteriza con Arabia Saudí.
La gente estaba huyendo de sus hogares cuando los helicópteros comenzaron a perseguirle, y cometieron una masacre sin razón", ha explicado un residente de Bani Zela.
"La gente estaba huyendo de sus hogares cuando los helicópteros comenzaron a perseguirle y cometieron una masacre sin razón", ha explicado un residente, quien ha agregado que la mayoría de los muertos son mujeres y niños.

Otros 4 yemeníes han muerto en los ataques aéreos efectuados en la localidad de Yabal Raas, en la provincia de Al-Hudayda, sita en el oeste de Yemen.
En la provincia de Ibb (sur), las operaciones aéreas saudíes en la localidad de Yarim han dejado 6 muertos y 12 heridos.
En tanto, el Ejército yemení y los combatientes del movimiento popular Ansarolá siguen ganando terreno ante las tropas de Riad y sus aliados.
El general de división Naser al-Shuri, uno de los comandantes del Ejército yemení, ha anunciado este domingo la liberación de varias zonas en Ibb y ha asegurado la inminente expulsión de los terroristas de todas partes de esta provincia.
“El Ejército yemení y los comités populares han logrado grandes avances en esta provincia acabando con la vida de decenas de terroristas”, ha destacado.
El 26 de marzo, Arabia Saudí emprendió sin el aval de las Naciones Unidas, pero con la luz verde de Estados Unidos, una campaña militar contra Yemen, en un intento por eliminar de la esfera política al movimiento popular Ansarolá y por restaurar en el poder al fugitivo expresidente Abdu Rabu Mansur Hadi, fiel aliado de Riad.
De acuerdo con un informe del sábado de la Coalición Civil de Yemen, al menos 6090 yemeníes —entre ellos, 1698 niños y 1038 mujeres—, han perdido la vida como consecuencia de la agresión saudí, y unos 13.552 civiles han resultado heridos.
Aun con todo, las fuerzas yemeníes han contrarrestado y asestado duros golpes a sus enemigos. Hace dos semanas se produjo una potente explosión en un depósito de municiones de una base militar saudí de la región petrolera de Safer, a unos 250 kilómetros al este de Saná, debido al impacto de cohetes lanzados por Ansarolá. En la ofensiva murieron al menos 300 soldados extranjeros que luchaban contra Yemen.
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