Desde que se anunciaron, en febrero de 2020, los primeros casos de coronavirus en Irán, muchas personas y negocios, como en otras en partes del mundo, se vieron afectados al perder sus fuentes de ingreso. La situación motivó el aumento de movimientos populares para ayudar a los necesitados y afectados por la pandemia.
Institutos de caridad, mezquitas, universidades, centros culturales y religiosos, entre otros se esforzaron por recaudar fondos y ayudar a las familias y enfermos que han perdido su trabajo por la pandemia.
En los últimos meses, Irán se ha enfrentado a la tercera ola de la pandemia, reforzando las restricciones de transporte y el cierre de los centros comerciales con el fin de reducir el número de las víctimas.
Samaneh Kachui, Teherán.
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