En Roma activistas de la oenegé ambientalista Greenpeace celebraron una sentada para protestar contra el calentamiento global, justo frente al edificio donde se reunían los ministros de Energía del Grupo de los Siete (G7).
Los activistas pidieron a los 7 países más industrializados del mundo seguir comprometidos con el Acuerdo de París sobre el cambio climático.
El Acuerdo de París, adoptado por más de 190 países, establece que se debe mantener la temperatura media mundial por debajo de los dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales, además de desarrollar esfuerzos adicionales que hagan posible que el calentamiento global no supere los 1,5 grados.
Sin embargo, la inquietud más grande es la postura del presidente de EE.UU., Donald Trump, que criticó enérgicamente el acuerdo durante su campaña electoral.
Pese a estos reclamos, los ministros de Energía de los siete países más industrializados del mundo no alcanzaron acuerdo alguno sobre el cambio climático debido a las reservas de EE.UU., el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero en el mundo.
La falta de consenso genera más preocupación en Europa sobre los movimientos del Gobierno de Trump para dar marcha atrás en las políticas ambientales hechas durante la Administración de Barack Obama.
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