El canciller venezolano, Yván Gil, acusó este martes a las autoridades estadounidenses de llevar a cabo una “práctica criminal e inhumana”, señalando que estos menores fueron apartados de sus padres cuando ellos fueron deportados. Gil responsabilizó directamente a John McNamara, encargado de negocios de EE.UU. en Colombia, a quien calificó como el “autor material” de esta situación.
Según el ministro, se trata de una violación grave del derecho internacional, los derechos humanos y las propias leyes de Estados Unidos. “No es digno de un país que dice defender las libertades, mientras atropella los derechos de la infancia”, afirmó.
Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento y jefe del Comando Unificado de la Revolución, también denunció el caso y lo comparó con prácticas de la Alemania nazi, señalando que separar niños de sus padres “es una crueldad sin justificación”.
Las autoridades venezolanas explicaron que algunos de estos menores se encuentran en hogares sustitutos o bajo custodia de desconocidos, expuestos a situaciones de vulnerabilidad.
Previamente, el Gobierno de Venezuela reprochó el “secuestro” de otros 4 niños venezolanos por las autoridades estadounidenses en el marco de la deportación de migrantes, lo que el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello, consideró como un acto de “piratería” contra la infancia
Desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, sus políticas xenófobas hacia los migrantes han generado deportaciones masivas hacia cárceles en Guantánamo, en Cuba, y en El Salvador. Asimismo, gran número de deportados ha sido enviado en condiciones infrahumanas hacia México y otros países centroamericanos.
Venezuela reiteró su exigencia de que todos los niños sean devueltos con sus familias y denunció las políticas migratorias de EE.UU. y El Salvador como violaciones a los derechos humanos.
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