En declaraciones ofrecidas el sábado en el IX Encuentro del Grupo de Puebla, organizado en México, la vicepresidenta Ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, dijo que Estados Unidos intenta beneficiarse de la controversia territorial que Venezuela y Guyana mantienen sobre la soberanía del Esequibo para implementar un plan de agresión contra el país bolivariano.
“El Comando Sur (de Estados Unidos) se ha planteado ese espacio geográfico como un excelente territorio para agredir a Venezuela”, enfatizó la titular venezolana.
Rodríguez subrayó que cualquier operación militar contra Venezuela, debe ser considerada una agresión contra toda la región, por lo que hizo un llamado a la paz, resaltando que el pueblo venezolano respeta el derecho internacional y la paz.
Estados Unidos, señaló la vicepresidenta, ha diseñado en los últimos años diversos planes para derrocar el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, entre ellos, estuvo detrás de los actos vandálicos —las llamadas guarimbas— en 2017, impulsó la creación del Grupo de Lima en 2018 para intentar aislar política y diplomáticamente a Venezuela, confiscó la petrolera Citgo, lanzó una invasión armada (operación Gedeón) en 2020, ha secuestrado miles de millones de activos financieros de los venezolanos e impuesto sanciones económicas y financieras.
Venezuela y Guyana reclaman desde hace más de un siglo la soberanía del Esequibo, una extensión de unos 160 000 kilómetros cuadrados, que posee importantes reservas de petróleo. Sin embargo, el conflicto se ha agravado últimamente por el proceso unilateral de licitación de bloques petrolíferos en el área disputada por parte de Guyana.
En un gesto de posible distensión, el presidente Maduro expresó su disposición a reunirse con su homólogo de Guyana, Irfaan Ali, con el objetivo de retomar el diálogo y las negociaciones sobre el Esequibo.
Venezuela nunca ha reconocido la soberanía de Guyana sobre la zona del Esequibo, rica en petróleo, y asegura que la controversia debe ser resuelta en el marco del Acuerdo de Ginebra de 1966, que prevé una solución negociada y no por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), como lo exige Georgetown.
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