Se considera el tifón más violento del mundo desde principios del año 2018, y se originó en la parte norteña del océano Pacífico.
Hasta el momento, ha dejado al menos 65 muertos en Filipinas, otros en China, también ha provocado miles de heridos, atrapados, perdidos o evacuados en los referidos países.
Los daños alcanzan los 50 mil millones de dólares en China y Hong Kong, y más de los 16 mil millones en Filipinas, según datos verificado por el portal financiero estadounidense Bloomberg.
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