Varios soldados rusos y turcos han resultado heridos este martes por la explosión de un artefacto explosivo, colocado por extremistas, mientras realizaban una patrulla conjunta cerca de la ciudad de Ariha, en el noroeste de Siria y situada en la estratégica autopista M-4, conforme ha anunciado el Ministerio ruso de Defensa.
“Tres militares rusos resultaron heridos de levedad. Hay heridos entre la tripulación del vehículo blindado turco. Todas las víctimas fueron evacuadas rápidamente del área”, ha explicado la Cartera rusa.
En reacción y poco después del referido incidente, los cazas rusos han bombardeado posiciones terroristas en los alrededores de las aldeas de Al-Kabina y Duwair al-Akrad, en la provincia de Latakia, noroeste de Siria, tal y como ha informado el portal sirio Baladi, vinculado a la oposición.
Además, añade la citada fuente, el Ejército sirio ha bombardeado blancos terroristas en la llanura de Al-Qab, ubicada en el norte de la provincia de Hama (centro-oeste), así como en la aldea de Hamimat, en la provincia noroccidental de Idlib.
Los soldados rusos y turcos estaban efectuando su patrulla conjunta en Idlib —último bastión de los terroristas en Siria—, en virtud del acuerdo de alto el fuego alcanzado el pasado 5 de marzo entre los presidentes de Rusia y Turquía, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, respectivamente.
Entre los acuerdos alcanzados entre Putin y Erdogan se anunció la creación de un corredor de seguridad de seis kilómetros al norte y de seis kilómetros al sur de la autopista M-4, que se extiende desde la ciudad costera de Latakia hasta Alepo.
No obstante, viendo las violaciones cometidas por las organizaciones terroristas, el Ejército sirio se vio obligado a ultimar sus preparativos para hacerse con el control de Idlib, y advertido que dará una respuesta contundente a toda violación de las treguas sobre la zona por parte de las bandas extremistas.
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