“En la madrugada del 12 de julio (…), los terroristas de grupos armados ilegales intentaron atacar la base aérea rusa de Hmeimim con drones. La defensa antiaérea rusa detectó de manera oportuna tres drones y los destruyó a una distancia segura de la base aérea”, ha informado este sábado el jefe del Centro ruso para la reconciliación de las partes beligerantes en Siria, el mayor general Alexéi Bakin.
Bakin ha detallado que el ataque procedía de la zona de desescalada de Idlib, que Rusia y Turquía acordaron crear en septiembre de 2018.
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El militar ruso ha anunciado que la acometida no dejó heridos ni daños materiales y que la base continúa operando con normalidad.
En la madrugada del 12 de julio (…), los terroristas de grupos armados ilegales intentaron atacar la base aérea rusa de Hmeimim con drones. La defensa antiaérea rusa detectó de manera oportuna tres drones y los destruyó a una distancia segura de la base aérea”, informa el jefe del Centro ruso para la reconciliación de las partes beligerantes en Siria, Alexéi Bakin.
El funcionario castrense, de igual modo, ha enfatizado la necesidad de que los grupos ilegales “abandonen las provocaciones armadas” y que opten por “una solución pacífica a la situación” en las áreas que se encuentran bajo su control.
Hmeimim es el aeródromo militar más importante de la Fuerza Aeroespacial rusa en Siria. En los últimos meses, esta base ha sido objeto de ataques con cohetes y aviones no tripulados lanzados principalmente desde la provincia noroccidental de Idlib, considerada como el último gran feudo de los grupos armados en el país árabe.
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Actualmente, Rusia mantiene, con permiso de Damasco, presencia militar en la base aérea de Hmeimim y en el puerto de Tartus, donde funciona un centro logístico de la Marina de Guerra rusa.
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