“Apoyamos la necesidad de encontrar las personas que están detrás de esto”, aseguró el miércoles el embajador ruso ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Vitaly Churkin.
El diplomático ruso pidió al CSNU para que adopte las formas más eficaces para procesar este caso y emita una resolución vinculante a fin de determinar una acción legal contra los responsables de los ataques químicos en el país árabe.
Hay ideas sobre este asunto pero todavía no están sobre la mesa, afirmó Churkin ante los periodistas tras una reunión a puerta cerrada con el nuevo encargado de la ONU para el desarme, Kim Won-soo, en el marco de esfuerzos para eliminar las armas químicas en Siria.
Los activistas y médicos sirios han denunciado últimamente la perpetración de los ataques de cloro, por tanto la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ha condenado el uso de esta sustancia en Siria como una violación del derecho internacional.
Mientras la OPAQ dijo que no puede determinar quien se está llevando a cabo este tipo de ataques en Siria, el embajador sirio ante la ONU, Bashar al-Yafari, informó el miércoles que un equipo de este organismo llegó a Siria, donde visitará las zonas que se acordó.
Los países occidentales y algunos árabes acusan al Gobierno de Damasco de utilizar armas químicas como el cloro contra los civiles y los grupos terroristas que operan en este país árabe.

Mientras tanto, hay informes que aseguran que los grupos terroristas antigubernamentales son los que han estado detrás de los dos principales ataques químicos, que tuvieron lugar en Guta Oriental (cerca de la capitalina Damasco) y en la localidad norteña de Jan al-Asal en 2013.
Una investigación de la ONU afirmó que los terroristas usaron gas sarín en Jan Asal, mientras otra pesquisa indica que el grupo terrorista Frente Al-Nusra perpetró un ataque químico similar en Guta con la ayuda de los servicios de inteligencia de Turquía y Arabia Saudí.
Esta demanda se presenta mientras Damasco ha recibido los elogios de la comunidad internacional por cooperar en la entrega de sus armas químicas a los equipos encargados de la OPAQ para que sean destruidas en el mar, pese a que las labores de eliminación se vieron obstaculizadas en reiteradas ocasiones por los ataques terroristas.
Como resultado de la crisis en Siria, iniciada desde 2011, han muerto más de 215.000 personas, 3,2 millones se han visto obligadas a refugiarse en otros países y 7,6 millones más se han desplazado dentro del territorio sirio.
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