La variante Ómicron del coronavirus cada vez toma más fuerza, y se está propagando a la velocidad de un rayo. Así que, con un aumento importante de contagios en todo el mundo, se convertirá en dominante en un par de meses. La fuerza y la rapidez con la que crecen los contagios por Ómicron, ha puesto en alerta a varios países, y, algunos de ellos comenzaron a tomar algunas medidas, antes de la llegada de la Navidad.
A este respecto, Países Bajos, anunció un confinamiento estricto de 25 días, que entró en vigor este 19 de diciembre y se mantiene hasta el 14 de enero, por el que cierra toda la actividad, no esencial, pero también los colegios y universidades, y solo permanecerán abiertas las tiendas imprescindibles, como supermercados, farmacias, gasolineras y los servicios mínimos.
Por otra parte, Irlanda anunció que el 52 % de los casos de COVID-19 son ahora de la variante Ómicron. Las autoridades informaron que había tomado menos de dos semanas para que Ómicron se convirtiera en dominante en el país, e instaron a los ciudadanos a vacunarse y reducir sus contactos sociales.
Asimismo, en el Reino Unido, el país más impactado por COVID-19 en Europa, el gobierno busca aprobar una ley en el Parlamento para poner más restricciones ante el brote masivo de la variante.
Sin embargo, las medidas que tomaron los gobiernos para frenar la propagación de nueva variante, ha generado descontento entre la población. Diversos países del mundo, como Australia, el Reino Unido, Alemania, España, Francia e Italia vieron sus calles inundadas de miles de personas, en contra de los pases sanitarios y de la obligatoriedad de las vacunas.
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