• Una familia pasea por el centro de Madrid, capital de España,10 de febrero de 2018.
Publicada: lunes, 12 de febrero de 2018 3:19

Los malos hábitos alimentarios y de actividad física han causado que un 47,2 % de la población de Madrid (capital de España) entre 18 y 64 años de edad, tenga sobrepeso u obesidad, ‘mucho más frecuente en los hombres’, indica una reciente investigación.

“Todas las personas tienen una responsabilidad individual, pero en nuestra sociedad la capacidad de elegir una dieta saludable a un precio económico y de forma sencilla es complicado”, explica Miguel Ángel Royo, investigador de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III y especialista en Nutrición y Salud Pública.

El estudio señala que la inactividad física en el tiempo de ocio se da en el 65 % de la población. A pesar de este alto porcentaje, parece que en los últimos años los madrileños pasan menos tiempo sentados en el sillón ante el televisor, así lo confirma Sanidad que ha observado “una tendencia descendente”.

En alimentación, los madrileños tampoco aprueban. Se ingiere demasiada carne (1,4 raciones al día de media, aunque hace 20 años eran dos) y pocas frutas y verduras (dos raciones al día de media). En los dos últimos años estudiados (2014 y 2015) incluso ha descendido el consumo estas últimas.

Todas las personas tienen una responsabilidad individual, pero en nuestra sociedad la capacidad de elegir una dieta saludable a un precio económico y de forma sencilla es complicado”, explica Miguel Ángel Royo, investigador de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III y especialista en Nutrición y Salud Pública.

 

El problema no es baladí. El exceso de peso está ligado al desarrollo de enfermedades como la diabetes, problemas cardiovasculares y varios tipos de tumores, entre otras patologías, explica Royo. El investigador de la Escuela Nacional de Salud añade que las personas obesas cobran menos por su trabajo, sobre todo las mujeres.

Royo aboga por eliminar los mensajes contradictorios como las máquinas expendedoras de comida basura en los centros de salud, porque es “como cuando se fumaba en los hospitales”. Añade otras ideas como simplificar la información que aparece en los envases de los alimentos, regular la publicidad agresiva de productos no saludables —sobre todo para niños— y apoyar a las familias con menos recursos para que puedan comer sano.

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