Tres meses después del inicio de la operación militar rusa en Ucrania, el jefe de la administración militar de la República Popular de Donetsk (RPD), Pavló Kyrylenko, declaró el viernes que la ciudad de Limán, ubicada al norte de la región de Donetsk (este), ha sido completamente liberada de los nacionalistas y las fuerzas ucranianos.
Esto, mientras que las fuerzas rusas siguen avanzando en las regiones del este del país vecino con el fin de rodear Severodenestk y Lisichansk, localidades situadas en la República Popular de Lugansk.
Tal como han confirmado recientes informes, estas aéreas han sido escenario de intensos combates, ya que la caída de las referidas ciudades marcará la liberación total de Lugansk de los nacionalistas ucranianos. “Rusia está obteniendo ganancias en Donbás [este]”, ha expresado un experto a la cadena Press TV.
Los militares rusos están consolidando sus posiciones en el este de Ucrania, lo que significa que se han retirado de la región central y el norte para seguir con su objetivo principal, la “desmilitarización” de Donbás, ya que, según el Kremlin, las fuerzas ucranianas tenían un “plan B” para lanzar una ofensiva en la región, incluso antes del inicio de la operación rusa.
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Por otro lado, el Gobierno ucraniano denuncia las promesas incumplidas de sus aliados occidentales para defender a Ucrania y castigar a Rusia con más sanciones.
Desde Rusia han subrayado una y otra vez que solo frenarán sus operaciones, si Kiev acepta sus principales condiciones, entre ellas el reconocimiento de la soberanía rusa de Crimea, la desmilitarización del Estado ucraniano, el estatus neutral de Ucrania y la renuncia al anhelo de adherirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
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