El conflicto en Ucrania, que cumplió más de dos meses, llevó a Moscú, la capital de Rusia, al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, tras recibir a Guterres, aseguró que su país aún espera un acuerdo pacífico con Ucrania.
Sentado frente a Guterres, Putin también afirmó que las negociaciones descarrilaron debido a las acusaciones contra Rusia por los crímenes cometidos en la localidad de Bucha, cerca de Kiev.
Asimismo, el mandatario ruso aceptó la participación de la ONU y del Comité Internacional de la Cruz Roja en la evacuación de civiles de la planta de Azovstal, aunque admitió que la situación en Mariúpol es “trágica”.
Por su parte, Guterres reiteró su llamamiento a favor de la apertura de corredores humanitarios para evacuar a los civiles ucranianos de zonas de combate.
Rusia, que desde el principio ha asegurado que su objetivo es proteger a la población civil, destaca que es necesario analizar la situación en Ucrania en el contexto de todas las circunstancias que, en algunos casos, iban en contra de la Carta de la ONU. Agrega que ha llegado el momento en que se decida si la humanidad va a vivir según la Carta de la ONU o de Estados Unidos y un puñado de satélites.
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