Según la orden del Gobierno ruso, la embajada estadounidense no tiene derecho a emplear ciudadanos rusos y debe detener muchas de sus actividades.
Debido a dichas recortes, la embajada solo puede ofrecer servicios muy limitados, como procesar solicitudes de visa en los casos de “vida o muerte”. Eso causa muchos problemas para los empresarios rusos y estudiantes de intercambio porque no podrán obtener visas y también los estadounidenses no podrán renovar sus pasaportes.
Cabe recordar que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó el mes pasado a preparar una lista de países “hostiles” contra Rusia. La lista incluye el Reino Unido, Ucrania, Polonia y varios otros países europeos, y según el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, Washington encabeza dicha lista de países hostiles.
En las últimas semanas, varios países occidentales como Polonia, República Checa, Estonia, Lituania y Letonia, han expulsado a varios diplomáticos rusos, en los que se enfrentaron con una respuesta recíproca de Moscú.
De igual modo, la Administración de EE.UU., presidida por Joe Biden, anunció el 15 de abril, la expulsión de 10 diplomáticos rusos, supuestamente involucrados en la injerencia en las presidenciales de 2020 en EE.UU., entre otras alegaciones.
A su vez, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, aseguró el 16 de abril que, como respuesta, el país euroasiático pondrá fin a la actividad de las fundaciones y organizaciones no gubernamentales de EE.UU. en Rusia que “interfieren abiertamente en nuestra vida política interna”. Además, tildó las sanciones de la Casa Blanca contra Moscú de “acciones absolutamente hostiles”.
Rusia y EE.UU. mantienen focos de enfrentamiento sobre varios temas, como el caso de la crisis de Ucrania, el gasoducto Nord Stream-2, la detención del opositor ruso Alexéi Navalni y la crisis en Siria, entre otros.
Es más, Moscú acusa a Washington de aprovecharse de cualquier suceso para generar y propagar la rusofobia en el mundo y, de este modo, incidir en la opinión pública.
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