El canciller ruso, Serguéi Lavrov, en una conversación telefónica mantenida el martes con su homólogo iraní, Mohamad Yavad Zarif, afirmó que Moscú ha pedido a Washington levantar lo antes posible las sanciones “inhumanas” impuestas a Irán que impiden la lucha eficaz de Teherán contra la pandemia del coronavirus.
“Lavrov subrayó que la Federación de Rusia llama enérgicamente a Washington a levantar de inmediato las sanciones inhumanas que impiden la lucha de los gobiernos contra el COVID-19”, dice el comunicado de la Cancillería rusa.
La nota del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso precisa que Lavrov también ha hecho hincapié en la necesidad de coordinar los esfuerzos entre Moscú y Teherán para contrarrestar la propagación del coronavirus (COVID-19).
El jefe de la Diplomacia rusa también transmitió a su par iraní la determinación de Moscú de desarrollar relaciones económicas y comerciales, así como proyectos y empresas conjuntas con Teherán en medio de las presiones y sanciones unilaterales e ilegales de EE.UU.
Tras el estallido del coronavirus, el canciller persa realizó consultas telefónicas con algunos de sus homólogos y les instó a no acatar las sanciones de EE.UU. contra Irán.
El 12 de marzo, Zarif envió una carta al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en la que detalló los efectos de las sanciones de EE.UU. que impiden el acceso de Irán a medicinas y ayuda humanitaria para pacientes que sufren enfermedades raras, víctimas de armas químicas y ahora personas contagiadas por el COVID-19.
A pesar de las sanciones de EE.UU. especialmente en el sector de la salud y los medicamentos, el Gobierno iraní ha hecho un buen manejo en el control del COVID-19, incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) alabó los esfuerzos del país persa en la lucha contra el patógeno, enfatizando en que Teherán está haciendo “lo mejor” para controlar y hacer frente a la epidemia.
Las autoridades de Irán han destacado, en reiteradas ocasiones, que el pueblo iraní no se doblegará ante las presiones norteamericanas, y aseguran que Washington, con tales medidas, no solo comete “terrorismo económico”, sino que también comete “crímenes contra la humanidad”, ya que ha generado serios obstáculos para el tratamiento y recuperación de muchos pacientes.
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