Hablando ayer jueves ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), el embajador adjunto de Rusia ante Naciones Unidas, Dmitri Polianski, instó a Francia a “dejar de lado los complejos históricos, el egoísmo y el chovinismo respecto al interés nacional” en la política que sigue en África.
Polianski hizo esta crítica después de que Francia presentara un proyecto de resolución contra una iniciativa de paz rusa reciente para la República Centroafricana (RCA), argumentando que cualquier acuerdo presentado debe ser dirigido por la Unión Africana.
“Estamos ayudando activamente a la República Centroafricana a sabiendas de que contamos con el apoyo del pueblo y nos gustaría que nuestros esfuerzos se reflejen debidamente en el borrador francés”, reclamó el diplomático ruso.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, había criticado ya la semana pasada la política francesa en África, acusando a París de mantener ilegalmente el control sobre la antigua colonia isleña de Mayotte, al norte de Madagascar.
(Francia debe) dejar de lado los complejos históricos, el egoísmo y el chovinismo respecto al interés nacional” en la política que sigue en África, ha reclamado el embajador adjunto de Rusia ante Naciones Unidas, Dmitri Polianski.
Rusia ha decidido regresar al continente africano, donde se presenta como un socio competidor de Occidente, con inversiones, venta de armas y envío de tropas, adquiriendo una influencia que Francia ve como una intromisión en sus antiguas colonias.
Desde 2014, Moscú ha firmado 19 acuerdos militares en países africanos, entre ellos Etiopía, Nigeria y Zimbabue, según sus Ministerios de Exteriores y de Defensa.
Además, el Kremlin ha enviado instructores militares y asesores de seguridad a la República Centroafricana (RCA) a petición del presidente del país, Faustin Archange Touadéra, en línea con los esfuerzos generales de la comunidad internacional para resolver el prolongado conflicto armado interno, según anunció en marzo de 2018 el portavoz adjunto de la Cancillería rusa, Artiom Kozhin.
En agosto pasado, Rusia pudo negociar un acuerdo de paz preliminar entre las milicias opositoras de África Central que se habían reunido para conversar en la capital sudanesa de Jartum.
Las conversaciones son parte de negociaciones en curso que buscan abordar los disturbios observados en la República Centroafricana después de la violencia sectaria, específicamente dirigida contra la minoría musulmana, tras el derrocamiento en 2013 del entonces presidente Jean-Francois Bozizé.
Moscú denuncia la política de Occidente en el continente africano y recalca que el apoyo occidental a grupos terroristas en Libia ha convertido este país en un bastión del terrorismo.
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