“No habrá una nueva base aérea o un aeródromo extra para aviones de guerra rusos en la República Árabe de Siria, y mucho menos un plan para construir uno”, declaró el lunes el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, el general Igor Konashenkov.
No habrá una nueva base aérea o un aeródromo extra para aviones de guerra rusos en la República Árabe de Siria, y mucho menos un plan para construir uno”, declaró el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, el general Igor Konashenkov.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, expresó el viernes su preocupación sobre un informe que apuntaba a que “cerca de 200 efectivos rusos” habían visitado un aeropuerto en la ciudad de Qamishli, en la provincia nororiental siria de Al-Hasaka y cerca de la frontera con Turquía.
También el rotativo británico The Times indicaba que Rusia podría estar planeando la creación de una nueva base en Qamishli.
El alto cargo militar ruso tachó las alegaciones de una “mera farsa” y un “torpe intento por ofrecer un encubrimiento al despliegue de un gran número de tropas turcas” cerca de la frontera con Siria.
Según Konakhenkov, Rusia no necesita otra base aérea para seguir con sus incursiones aéreas contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe). “Hemos insistido reiteradamente que el tiempo de duración de vuelo de un caza ruso a la parte más remota del país (Siria) es casi de media hora”, recalcó.
Desde el pasado septiembre, Rusia está atacando con sus cazas y misiles las posiciones del EIIL y otros grupos terroristas en Siria, tras una petición en ese sentido por parte del presidente sirio, Bashar al-Asad, cuyo país sufre desde hace casi cinco años un conflicto armado.
Este mismo martes, el canciller ruso, Serguei Lavrov, ha asegurado que la intervención militar de su país en Siria facilitó el cambio de la situación y la reducción del territorio usurpado por los grupos terroristas.
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