La primera potencia económica europea, a petición de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés) espió a sus aliados. Esto sale a la luz, después de que el escándalo masivo realizado por la NSA, hiciera crear una comisión parlamentaria permanente encargada de investigar el espionaje masivo. Ahora, como guinda del pastel, se descubre que también los grandes afectados alemanes estaban espiando.
La BND espió objetivos fuera de su competencia, como embajadas y administraciones europeas.
Según la publicación ‘Der Spiegel’, para la vigilancia de sus objetivos, utilizó sus propios criterios, palabras clave, nombres, números de teléfono y tarjetas de crédito que luego entregó a la NSA.
El espionaje entre agencias a estas alturas no parece chocar a nadie, y muchos reconocen que las prácticas de la NSA no han cesado, pero las nuevas informaciones dejan a muchos boquiabiertos.
La comisión parlamentaria encargada de la investigación del espionaje, se centrará esta semana a interrogar a varios agentes de la BND. Posteriormente, se valorarán los resultados y sus posibles consecuencias.
Montse Mondelo, Berlín.
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