Algunos ya tienen clara su papeleta a pesar que la tensión en la campaña electoral sigue subiendo. El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha apuntado a un corralito financiero en Cataluña en caso de secesión, una intromisión a la que la coalición de izquierdas Cataluña Sí se Puede y sus seguidores han respondido.
Más allá del poder financiero y los sindicatos, que también han alertado de inseguridades con la independencia, el líder de Podemos ha priorizado un referéndum urgente para decidir el futuro el pueblo catalán.
La coalición de izquierdas ha apelado a las clases populares para desbancar al presidente de la Generalitat, Artur Mas, y al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y se ha felicitado por la victoria de Syriza en Grecia, al que siguen apoyando más allá del rescate de la Troika, formada por el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Europea (CE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los independentistas en bloque, por su parte, han atribuido las amenazas económicas a una estrategia del miedo. Artur Mas las ha calificado de inmorales, indecentes y irresponsables y ha apuntado a no pagar la deuda catalana si el Estado no se aviene a negociar tras las elecciones.
Oriol Puig, Barcelona.
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