El pasado domingo en Bonn, los delegados del partido socialdemócrata alemán, la SPD, votaron a favor de seguir con las negociaciones de coalición con la Unión Demócrata Cristiana (CDU, por sus siglas en alemán).
Fue una victoria amarga para los líderes del partido, ya que tan solo 362 delegados de los 642 votaron a favor. Lo que representa un 56,4 % por ciento, es decir una mayoría ajustada a favor de la gran coalición, que muestra la división interna del partido.
Quedan por delante largas negociaciones. A pesar de que Merkel aseguró que no se podía “cambiar mucho”, el líder socialdemócrata alemán, Martin Schulz, se comprometió a mejorar el acuerdo.
Schulz necesita ahora la confianza de muchos, que perdió por su cambio de posición en el Gobierno. Y una vez que el Ejecutivo compartido llegue a un cuerdo, deberá ser sometido a votación entre los 440.000 miembros del SPD.
Montse Mondelo, Berlín.
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