Las importaciones chinas de petróleo se han multiplicado por siete, solo durante la última década. China tiene claro que el desarrollo económico sigue siendo una prioridad. Y destaca, por ejemplo, que haya seguido importando crudo de países como Irán pese a las sanciones económicas occidentales.
China fue oficialmente considerada en 2011 como el país que más energía consume del mundo. Esto que habla bien del desarrollo económico, constituye no obstante un reto medioambiental preocupante para las autoridades chinas.
En China se venden anualmente unos diez millones de vehículos. Y el bienestar conlleva, también, un consumo mayor de recursos energéticos. Durante la última década, EE.UU. redujo sus importaciones de petróleo un 3 por ciento.
China consume tanta energía porque se está desarrollando muy rápidamente. Sin embargo, este desarrollo también conlleva un coste medioambiental elevado. Es por ello que las autoridades chinas deben encontrar ahora un equilibrio sostenible entre crecimiento económico y bienestar.
Alberto Lebrón, Pekín.
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