La República Islámica, como en el pasado, aprueba entablar negociaciones reales con EE.UU. desde una posición de igualdad e indirectamente, y ello “requiere una atmósfera constructiva y evitar enfoques basados en amenazas, intimidación y extorsión”, remarcó este miércoles Seyed Abás Araqchi durante una llamada telefónica con el ministro de Asuntos Exteriores holandés, Caspar CJ Veldkamp, según reseña Tasnim.
Las declaraciones de Araqchi ocurren en un contexto de crecientes tensiones entre Teherán y Washington, tras las declaraciones ofrecidas por el presidente Donald Trump el domingo sobre bombardear a la nación persa en caso de no lograrse un acuerdo con base en el esquema que le beneficie a EE.UU.
En tal sentido el ministro de Asuntos Exteriores de Irán reiteró la determinación del país persa de avanzar en el programa nuclear con fines pacíficos, de conformidad con las normas del derecho internacional, al tiempo que consideró inaceptables las declaraciones amenazantes de los funcionarios estadounidenses contra Irán, contrarias a los principios de la Carta de Naciones Unidas y que complican aún más la situación actual, acotó.
Araqchi reiteró la firme postura de las autoridades iraníes de responder con rapidez y decisión a cualquier agresión contra la integridad territorial, la soberanía y los intereses nacionales de la nación persa, mientras criticó el fracaso de la Unión Europea a la hora de adoptar una posición frente a la retórica provocadora de los funcionarios estadounidenses, que sin duda amenaza la paz y la seguridad internacionales.
Por su parte, el canciller holandés expresó preocupación por la escalada de tensiones en la región y enfatizó la necesidad de resolver las disputas mediante soluciones diplomáticas. También pidió que Irán desempeñe un papel a la hora de garantizar la seguridad del transporte marítimo internacional en el Mar Rojo.
La cancillería iraní confirmó en días pasados haber enviado mediante Omán la respuesta de la carta enviada por el presidente de Estados Unidos, donde Donald Trump solicitó negociaciones con Teherán sobre su programa nuclear pacífico.
Sin embargo, a solo días del anuncio de Irán, el mandatario estadounidense reiteró las amenazas de una acción militar contra el país persa de no concretarse un pacto, en una clara muestra del doble discurso mantenido por la Casa Blanca con respecto a la República Islámica.
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