Ali Baqeri Kani discutió el lunes en una llamada telefónica con el ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, las recientes escaladas en Asia Occidental, incluido el asesinato del jefe del Buró Político del movimiento de Resistencia palestina HAMAS, Ismail Haniya, por Israel en Teherán, capital persa, ocurrida el pasado 31 de julio.
“La acción que realizaron recientemente los sionistas constituye una violación de nuestra seguridad y soberanía nacional, así como de la paz y estabilidad regionales. Por lo tanto, su acción también se considera una amenaza para la paz y la seguridad internacionales”, sostuvo el máximo diplomático persa en alusión al asesinato de Haniya en un ataque terrorista mientras estaba de visita oficial en Irán.
Ante tal coyuntura, Baqeri Kani dijo que es imperativo “enfrentarse a esta entidad maliciosa que genera inestabilidad en la región y tomar medidas recíprocas de acuerdo con el Derecho Internacional, para que la otra parte no tenga la posibilidad de intensificar sus acciones agresivas en la región”.
Asimismo, en cuanto a la devastadora guerra en la Franja de Gaza, que ha cumplido 10 meses y dejado un saldo de 39 623 palestinos muertos, el ministro de Exteriores interino iraní dijo que Israel ha estado atacando deliberadamente las instalaciones civiles, hospitales, viviendas y la gente inocente, incluida mujeres y niños.
Por su parte, Szijjarto dijo que su país estaba profundamente preocupado por la actual escalada de tensiones en la región. Citó el caso de El Líbano, que recientemente perdió a un alto mando de la Resistencia en un asesinato similar por parte de Israel y que está sometido a ataques diarios del régimen que ha llevado al país al borde de otra guerra.
La comunidad internacional tiene que tomar todas las medidas a su alcance para impedir la intensificación de las tensiones, señaló el canciller húngaro, cuyo país funge como presidente pro témpore de la Unión Europea.
“Estas tensiones también suponen una amenaza para Europa”, añadió, aparentemente refiriéndose a la probabilidad de que la situación provoque un flujo de migrantes la región hacia el viejo continente.
El cobarde asesinato de Haniya desató una ola de condenas a nivel internacional. Líderes mundiales han advertido de que esta acción imprudente puede escalar las tensiones y desatar una guerra regional.
El Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, advirtió al régimen israelí de una “respuesta dura” por el asesinato de Haniya, destacando que es deber de la República Islámica vengar la sangre del titular de la Resistencia palestina.
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