“El Tribunal de Apelación de Suecia presentó un desastre hoy. La protesta de Hamid Nuri por estar durante los 38 meses en confinamiento solitario y no tener acceso a un médico y contacto con su familia provocó que el juez lo expulsara de la sesión. El juez de primera instancia anunció hace 8 meses que el señor Nuri no debería tener ninguna restricción”, ha denunciado este miércoles el portavoz de la Cancillería de Irán, Naser Kanani.
El vocero ha dejado claro que la República Islámica de Irán no dejará de proteger los derechos de sus ciudadanos en todos los rincones del mundo, recordando una vez más al Gobierno sueco su responsabilidad de respetar los derechos humanos, legales y consulares de Nuri.
Las denuncias de Kanani se producen después de que el Tribunal de Apelación de Svea en Estocolmo (capital sueca) apagara el micrófono de Nuri en la primera sesión celebrada este miércoles, luego que el ciudadano iraní reclamara que era objeto de un “juicio falso e injusto”.
Nuri, empleado jubilado del Poder Judicial de Irán, fue arrestado en 2019 por acusaciones de supuestos “abusos de derechos humanos” en 1988 a su llegada al aeropuerto de Estocolmo. Su juicio comenzó en agosto de 2021 y en julio de 2022, el Tribunal de Distrito de Estocolmo le condenó a cadena perpetua.
Los cargos que enfrenta Nuri se derivan de acusaciones formuladas por miembros del grupo terrorista Muyahidín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés), las cuales han sido rechazadas categóricamente por la República Islámica.
El Gobierno iraní ha exigido una y otra vez la inmediata liberación de su ciudadano, tras considerar una “farsa” y una violación del derecho internacional su arresto.
msm/ncl/mkh