En una conversación telefónica mantenida el lunes, el canciller de Irán, Hosein Amir Abdolahian, y su homólogo omaní, Badr al-Busaidi, abordaron la última situación de las conversaciones nucleares, destinadas a eliminar las sanciones antiraníes y, por ende, la reactivación del acuerdo nuclear de 2015, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés).
Según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores del país persa, el jefe de la Diplomacia iraní reiteró la seriedad de la República Islámica en ultimar un acuerdo duradero y sólido.
Asimismo, puso énfasis en que tales diálogos, para ser constructivos, requieren la seriedad, iniciativa y flexibilidad de Estados Unidos, país que participa en las pláticas de manera indirecta, debido a su retirada unilateral del pacto en 2018.
Por su parte, el canciller de Omán aseguró que Muscat siempre apoya cumplir las demandas legítimas de Teherán en los diálogos, a la vez que enfatizó en la necesidad de llegar a un acuerdo en las negociaciones.
La recién descongelada tanda de las conversaciones nucleares se acabó el miércoles en Doha, capital catarí, tras dos días, en las que los representantes de la República Islámica y EE.UU. conversaron de manera indirecta, con la mediación del coordinador de la Unión Europea (UE).
Tales diálogos —que se reanudaron después de un receso de tres meses— siguen a ocho rondas de negociaciones en Viena (la capital austriaca) desde abril del año pasado.
A pesar de que Irán siempre ha presentado sugerencias e ideas positivas en los diálogos, la parte estadounidense asistió a Doha sin un enfoque basado en la iniciativa y el progreso, denunció Amir Abdolahian en una conversación telefónica con su par francesa, Catherine Colonna.
Con todo, Teherán ha dejado claro una y otra vez que se puede alcanzar un acuerdo si Washington toma las decisiones necesarias y actúa de manera realista sobre la eliminación de los embargos, que es lo primordial en estas pláticas, objetivo que no se ha alcanzado hasta hoy.
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