Mediante un comunicado emitido el domingo, MAPNA, que es además el primer y mayor contratista general de centrales eléctricas en Asia Occidental, sin mencionar directamente el informe de la agencia británica de noticias Reuters publicado el día anterior, subrayó que las afirmaciones planteadas en el informe eran “ambiguas y, en algunos casos, incorrectas”.
Afirmó que MAPNA entró en el mercado sirio en 2008, tres años antes del inicio de la prolongada guerra en el país árabe, y añadió que los proyectos ejecutados por el grupo representaban más del 50 % del suministro eléctrico del país levantino.
Detalló en su nota que la compañía había finalizado tres fases de una gran central eléctrica en Latakia, en el noroeste de Siria, y que estaba a punto de completar una cuarta y última fase cuando el proyecto se detuvo debido a la caída del gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad, en diciembre de 2024.
Rechazó el informe de Reuters de que su presencia en Siria durante la última década estaba en línea con un supuesto proyecto iraní para construir un imperio económico en el país árabe, también desestimó las afirmaciones de que los proyectos ejecutados por el grupo allí carecían de transparencia, especialmente en lo que respecta a la financiación.
MAPNA Group dejó en claro que los proyectos se basaban en contratos oficiales firmados dentro de los marcos legales de ambos países.
En esta línea, dijo además que Siria, bajo su anterior gobierno, había liquidado completamente los pagos adeudados a MAPNA por los proyectos finalizados, y añadió que también se efectuaron pagos parciales por proyectos que se estaban ejecutando antes de los sucesos de diciembre.
Asimismo, rechazó las acusaciones de haber utilizado trabajadores y contratistas poco cualificados, tanto de Irán como de Siria, en sus proyectos en el país árabe, afirmando que su política siempre ha sido contratar mano de obra siria y transferir la experiencia y los conocimientos técnicos a la población local.
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