“La quinta ronda de conversaciones entre Arabia Saudí y Teherán se llevó a cabo en Irak y las negociaciones fueron progresivas y positivas”, ha confirmado este lunes el portavoz de la Cancillería iraní, Said Jatibzade, en una rueda de prensa semanal.
Según Jatibzade, las “conversaciones fueron serias”, y “si escalan a una esfera política de alto nivel, podemos esperar un progreso serio rápidamente en las diversas áreas en discusión” dentro del marco de estos diálogos.
El domingo, Foad Hosein, el canciller de Irak, país anfitrión de los diálogos, aseveró que la quinta ronda de conversaciones entre Teherán y Riad se llevó a cabo en un ambiente amistoso a principios de esta semana y que Bagdad está listo para albergar una nueva ronda de estas pláticas.
Hosein había declarado anteriormente que el Gobierno iraquí hará todo lo posible para crear una oportunidad adecuada para un entendimiento común entre las dos potencias regionales.
Los dos países comenzaron conversaciones directas para mejorar las relaciones desde abril pasado, pero Irán anunció una suspensión temporal en marzo después de que Arabia Saudí ejecutara a 81 personas en su mayor ejecución masiva en décadas.
Arabia Saudí rompió relaciones diplomáticas con Irán en enero de 2016 después de que manifestantes iraníes, enfurecidos por la ejecución saudí del prominente clérigo chií, el sheij Nimr Baqer al-Nimr, irrumpieron en su embajada en Teherán.
En los años que siguieron, el régimen de los Al Saud siguió una política exterior de confrontación hacia la República Islámica, pero aparentemente ha cambiado de rumbo desde 2021. El príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman, en una entrevista con la cadena saudí Al-Arabiya en abril del año pasado, manifestó el interés de Riad en tener “buenas relaciones” con Irán.
En reacción a estos comentarios, el canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian, aseguró que Teherán da la bienvenida a la nueva actitud de Arabia Saudí para arreglar las relaciones bilaterales y recalcó que el acercamiento entre las dos partes beneficiará a ambas naciones, así como a otros estados amigos.
Irán y Arabia Saudí mantienen discrepancias sobre una serie de asuntos regionales. Teherán le reprocha a la monarquía árabe por servir a los intereses de EE.UU. y su agenda injerencista y desestabilizadora en la región de Asia Occidental. Asimismo, la devastadora guerra que mantienen Riad y sus aliados contra Yemen, desde marzo de 2015, ha sido uno de los motivos por los que Irán critica duramente al reino saudí.
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