El presidente de Irán, Seyed Ebrahim Raisi, ha criticado este lunes la reciente ejecución masiva de 81 reclusos en Arabia Saudí, condenados por presuntos cargos del terrorismo, la mayoría de los cuales, sin embargo, fueron encarcelados por motivos políticos y por ejercer su derecho a la libertad de expresión, según afirmaron los medios locales.
En este sentido, el mandatario persa ha denunciado la postura de los países occidentales ante tales actos violentos y el “uso instrumental” del concepto de los derechos humanos por su parte, lo cual es un signo de la “hipocresía” de esos Estados.
“Condenamos la aplicación de dobles raseros [a las violaciones de los derechos humanos] por parte de los países occidentales, así como el silencio y la inacción de los países que afirman ser defensores de estos derechos”, ha lamentado Raisi.
De acuerdo con Raisi, el Occidente toma tal enfoque en cuanto al tema de los derechos humanos, porque busca beneficiar sus propios “intereses políticos” que van en contra de los “Gobiernos independientes”.
“Las organizaciones internacionales y los medios de comunicación libres y las instituciones pertinentes deben poner fin a su silencio al respecto”, ha enfatizado Raisi.
El portavoz de la Cancillería iraní, Said Jatibzade, a su vez, ha condenado en esta misma jornada la masiva ejecución por el régimen saudí, para luego remarcar que el Gobierno del país árabe no puede usar tales medidas para encubrir su caos político y judicial y reprimir a la gente.
De hecho, en reacción a este acto violento del régimen de los Al Saud, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán informó el domingo que ha suspendido “unilateral y temporalmente” las conversaciones con Arabia Saudí que estaban en curso desde abril de 2021, para rebajar las tensiones y restaurar las relaciones entre Teherán y Riad.
Cabe recordar que no es la primera vez que las autoridades saudíes realizan ejecuciones masivas de ciudadanos. Tal régimen ha cometido muchos crímenes bárbaros en los últimos años. Por ejemplo, ejecutó al prominente clérigo chií el sheij Nimr Baqer al-Nimr, junto con otras 46 personas, en 2016.
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