• El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Said Jatibzade, durante una conferencia de prensa.
Publicada: sábado, 24 de julio de 2021 17:48

Irán rechaza postura intervencionista y politizada de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre sucesos recientes en Juzestán.

El portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Said Jatibzade, ha declarado este sábado que los comentarios de Michelle Bachelet sobre los recientes acontecimientos registrados en la provincia suroccidental de Juzestán debido a la escasez de agua son lamentables en cuanto al grado de invalidez, las falaces acusaciones y la información incorrecta.

En este marco, ha enfatizado que las denuncias planteadas, a pesar de los extensos y máximos esfuerzos de los funcionarios gubernamentales, judiciales, de seguridad y de los medios de comunicación para aliviar el sufrimiento del noble pueblo de esta provincia y resolver los problemas existentes, son una prueba sólida de la politización e invalidez de las declaraciones de la alta comisionada de Naciones Unidas que, a juicio del vocero, no son propias de un funcionario internacional de derechos humanos.

Los comentarios poco profesionales y sesgados sobre la gestión de los recursos hídricos del país persa no están dentro del alcance de la responsabilidad de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ni la institución bajo su responsabilidad tiene la autoridad y la dignidad para comentar este tema”, ha apostillado.

 

Jatibzade ha argumentado que la crisis del agua en la provincia de Juzestán es el resultado de una serie de fenómenos naturales, especialmente la sequía del año en curso, así como una de las consecuencias de las medidas coercitivas unilaterales impuestas a Irán, que han obstaculizado la transferencia de tecnología e inversión en el sector del agua en la mencionada región.

“Aquí se plantea una pregunta: ¿por qué la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos no ha condenado hasta ahora las sanciones ilegales impuestas por EE.UU. contra el pueblo iraní, que han conducido a la violación de muchos derechos humanos fundamentales de esta nación?”, ha cuestionado.

El diplomático ha dejado en claro que la República Islámica de Irán respeta el derecho de sus ciudadanos a organizar protestas pacíficas y, al más alto nivel, los altos funcionarios y autoridades del país han reconocido la existencia del problema en la región y el derecho a la protesta pacífica de su pueblo.

“La presencia de la policía y las fuerzas del orden en las concentraciones para evitar disturbios y daños a las personas y la propiedad pública es legal y aceptada, de acuerdo con las normas y regulaciones internacionales, y el asesinato de un oficial de policía y las lesiones que han sufrido otros miembros desvelan la infiltración de elementos de afiliados extranjeros en las filas de los manifestantes para incitar a la sedición y generar conflictos ficticios”, ha aducido.

msm/anz/hnb