“Los estadounidenses usan el coronavirus (causante de la COVID-19) como herramienta de presión contra nuestra nación, lo que refleja su naturaleza malvada”, ha subrayado este miércoles el jefe de la Organización de Defensa Pasiva de Irán, el general de brigada Qolamreza Yalali.
En declaraciones formuladas en un acto denominado ‘Fortalecimiento, disuasión y victoria en la guerra económica’, Yalali ha cuestionado la civilización que proclama tener Estados Unidos, mientras que, a juicio del militar persa, el presidente estadounidense, Donald Trump, usa la pandemia contra el pueblo persa. La COVID-19 “ha afectado a la salud, la economía y las condiciones de vida” de los iraníes.
Para el general iraní, tal estrategia forma parte de la guerra económica que ha lanzado Washington contra Teherán para obligarle a sentarse a dialogar con EE.UU.
EE.UU. se retiró en mayo de 2018 del acuerdo nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), y volvió a reimponer todas las sanciones contra Irán levantadas en el marco de dicho pacto sellado en 2015 por Teherán y el Grupo 5+1, que entonces integraban EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania.
Desde entonces, Irán es víctima de la llamada política de “máxima presión” de Washington, la cual Teherán tacha del “terrorismo económico”, puesto que afecta al pueblo persa, especialmente a los enfermos que necesitan medicamentos específicos, incluso en momentos en que la propagación del nuevo coronavirus ha provocado una crisis sanitaria en el mundo entero.
La República Islámica ha llamado a Washington a cumplir con un fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya que pide el levantamiento de las sanciones antiraníes.
Por su parte, el ministro de Salud de Irán, Said Namaki, ha advertido que las sanciones estadounidenses podrían generar un “genocidio” y ha pedido a la Organización Mundial de la Salud (OMS) hacer esfuerzos para levantar dichas medidas unilaterales.
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