“En lugar de cuestionar las elecciones en Irán, los funcionarios estadounidenses deberían abordar mejor las preguntas y las ambigüedades planteadas por un gran grupo de personas y élites estadounidenses sobre el mecanismo intrincado y farragoso utilizado para elegir al presidente de EE.UU., el cual ignora el voto de la mayoría de las personas”, ha manifestado este lunes el portavoz de la Cancillería iraní, Seyed Abás Musavi.
El próximo 21 de febrero, los iraníes acudirán a las urnas para elegir a los miembros de la XI.ª Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles). Además, votarán en las elecciones a medio término de la V.ª Asamblea de Expertos en las provincias de Teherán, Jorasan Razavi, Jorasan del Norte, Fars y Qom.
Musavi ha reaccionado a las recientes declaraciones de Brian Hook, representante especial del Departamento de Estado de EE.UU. para Irán, quien había considerado como “predeterminado” el resultado de las venideras elecciones en el país persa.
Efectivamente, en el marco de sus típicas retóricas antiraníes y su postura injerencista, Estados Unidos ha cuestionado la descalificación de un grupo de postulantes a los comicios.
Desarrollando su rechazo, el diplomático persa ha destacado la gran importancia que Teherán presta al tema de las elecciones en comparación con ciertos países de la región y del mundo.
En este sentido, Musavi ha exigido a la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, que tenga en cuenta las amplias relaciones que tiene con aquellos países que “no están familiarizados, incluso con la forma más simple de elección”.
Igualmente, ha indicado que los iraníes están acostumbrados a “comentarios contradictorios de un cierto grupo” de las autoridades estadounidenses.
Anteriormente, el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, urgió a la participación masiva en las elecciones y enfatizó que “cualquier persona, que tenga afinidad con Irán y la seguridad y el crédito de la patria (...) ha de personarse en las urnas para poner de manifiesto, de nuevo, la determinación y autoridad nacionales de los iraníes”.
El ayatolá Jamenei señaló que la celebración de distintas elecciones desde la victoria de la Revolución Islámica (1979) demuestra que el “sistema islámico está basado en el voto popular”.
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