Un funcionario de la Cancillería saudí, citado bajo condición de anonimato por la agencia saudí de noticias SPA, alegó el lunes que las autoridades iraníes han impedido “de forma persistente y constante” la reanudación de la investigación relacionada con el asalto lanzado el año pasado contra la embajada saudí en Teherán (capital iraní) y su consulado en Mashad (noreste de Irán).
El portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi, ha calificado de “falsos” y “erróneos” estos comentarios en declaraciones concedidas este martes a la agencia local de noticias IRNA.
“Estos comentarios son erróneos y falsos. Parece que estas observaciones se han hecho sin coordinación con los altos cargos correspondientes y bien informados en el Ministerio saudí de Asuntos Exteriores”, ha indicado Qasemi.
El diplomático iraní ha explicado que Teherán y Riad han llegado a un acuerdo para organizar una visita para una delegación diplomática saudí que busca a los autores del asalto. Además, ha señalado que Irán emitió, hace un mes, visados para los representantes saudíes después de que la Cancillería de Arabia Saudí aceptara el principio de reciprocidad.
Estos comentarios son erróneos y falsos. Parece que estas observaciones se han hecho sin coordinación con los altos cargos correspondientes y bien informados en el Ministerio saudí de Asuntos Exteriores”, ha indicado el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi.
Según lo previsto, ha añadido Qasemi, la misión diplomática saudí iba a llegar el domingo a Teherán en un vuelo privado, pero los propios saudíes pidieron postergar la visita para realizar los “preparativos necesarios”, ha recalcado.
El portavoz de la Cancillería iraní ha agregado, asimismo, que, al parecer, la parte saudí se ha quedado "sorprendida" por la “bondad" de Teherán y la “rapidez” en la tramitación de los documentos necesarios y, por ello, “ha iniciado como siempre, el juego de echarle la culpa” a Teherán.
El asalto a las sedes diplomáticas saudíes en Irán se produjo en enero de 2016, en reacción a la ejecución del clérigo opositor chií el sheij Nimr Baqer al-Nimr, junto a 46 personas más, en Arabia Saudí. En respuesta, Riad rompió sus relaciones diplomáticas y comerciales con el país persa.
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