"Irán no representa ninguna amenaza para el mundo, ya que tanto en sus ideales como en la práctica es un firme defensor de la paz y seguridad mundiales", aseguró Rohani durante su esperado discurso ante la 68.ª Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York (EE. UU.).
Las masivas propagandas antirreligiosas, antislámicas, antichiíes y antiraníes son, advierte, "una nueva amenaza contra la estabilidad mundial y la seguridad del ser humano", y se ha referido a los esfuerzos de las potencias occidentales por mostrar a Irán como una "amenaza" para el mundo.
Rohani señala que las recientes elecciones presidenciales en Irán han supuesto "la cristalización de la democracia religiosa", haciendo de este país "un ancla de estabilidad en el mar revuelto de disturbios regionales".
Por otra parte, compara el belicismo y el uso de la fuerza contra los demás en el mundo de hoy en día con "ejemplos fallidos de modos de actuar, ya anticuados para las nuevas circunstancias.
El jefe del Ejecutivo iraní también ha denunciado la división del mundo entre países "superiores" e "inferiores", donde los valores occidentales se consideran ideales mundiales.
Respecto a la cuestión palestina, denuncia que el país árabe está sometido a "una ocupación" y "una violencia estructural", de base, puesto que "Los crímenes que se perpetran contra el pueblo palestino representan una violencia institucional que ni el término "apartheid" puede abarcar".
Insiste, asimismo, en que el conflicto en Siria no se resolverá por la vía militar y el uso de la fuerza solo agravará la crisis.
"La mayor amenaza para la región sería que los extremistas se apoderaran de las armas de destrucción masiva", advierte el mandatario iraní, y por ello "nosotros, además de condenar el uso de armas químicas (en Siria), estamos plenamente de acuerdo con la adhesión de Siria a la Convención sobre Armas Químicas (CAQ).
Y volviendo de nuevo al dossier nuclear de Irán, repite que se solucionará siempre y cuando se reconozcan los derechos de este país al uso de la energía nuclear pacífica, y reprueba las sanciones unilaterales del Occidente contra Irán por ser "un símbolo de la violencia", además de ir contra la paz y la humanidad, ya que perjudican en especial a la población. No obstante, la nación iraní está abierta a un diálogo destinado a generar confianza mutua y acabar con todas las ambigüedades e inquietudes.
Irán no pretende agravar las tensiones con EE. UU., y por ello Rohani urge a su homólogo estadounidense a no dejarse llevar por el belicismo de los grupos de presión, y posibilitar el marco para la gestión de las discrepancias.
"Las armas nucleares y otros armamentos de destrucción masiva no tienen cabida en la doctrina defensiva iraní y contravienen, además, nuestras convicciones fundamentales, religiosas y éticas", repitió Rohani.
Finalmente, el presidente iraní ha propuesto que la ONU incluya en su agenda el plan "El mundo contra la violencia y el extremismo".
