Edgar Wilfredo Prado Arango, de 51 años, mecánico y conductor de la ciudad de Ayacucho, es una de las diez personas muertas a causa de la escalada de violencia en Perú.
Las imágenes de cámaras de seguridad de una tienda en la calle Los Ángeles, a pocos metros de la casa de Prado, revisadas el 28 de diciembre por la agencia británica de noticias Reuters, muestran el momento en que la víctima sale de su residencia para ayudar a un manifestante herido.
Segundos después, recibió un disparo en el pecho, colapsó en el suelo y perdió la vida en un hospital el pasado 15 de diciembre.
Según la familia de la víctima, Prado estuvo trabajando en su vehículo, sin participar en las protestas, por lo que considera que su fallecimiento fue “prácticamente un asesinato” cometido por los militares que, por orden de la presidenta interina Dina Boluarte, salieron a las calles en el marco del estado de emergencia en varias regiones del país.
Vídeo de la agencia @ReutersLatam confirman que el ayacuchano Edgar Prado fue asesinado mientras intentaba ayudar a un herido. Militares le dispararon cuando estaba arrodillado
— PicanteDKuy (@martinfiera) December 28, 2022
Asesinatos y violaciones a los derechos humanos en este gobierno de asesinos. Esto no pasará la prensa pic.twitter.com/vwaX3GzJ7m
“Los militares se supone que están preparados para que puedan combatir el terrorismo, no para que de esa manera a nuestro prójimo nos puedan quitar la vida”, dijo Edith, hermana de Edgar, a la agencia Reuters.
La víctima forma parte de los diez fallecidos reportados por el Ministerio de Salud peruano en Ayacucho, de las casi 30 en total como consecuencia de la represión de las fuerzas de seguridad contra las manifestaciones en las que la gente exige el cierre del Congreso, una Asamblea Constituyente y la renuncia de Boluarte.
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