• Comunidad shipiba empieza a desplazarse de Lima
Publicada: lunes, 25 de septiembre de 2017 2:41
Actualizada: lunes, 25 de septiembre de 2017 3:14

Hace unos meses, el lugar que habitaban los shipibos de Cantagallo en Lima sufrió un incendio. Muchos de ellos aun viven entre los restos del siniestro.

Diez meses después del incendio que dejó en cenizas el territorio donde viven 238 familias de la comunidad shipiba de Cantagallo, la mitad de sus habitantes aun no sabe dónde ir. El siniestro dejó el terreno inhabitable, por lo que el Ministerio de Vivienda diseñó un plan para reconstruir el lugar.

Sin embargo, las obras no se inician y muchos de los shipibos habitan los escombros, pues la Municipalidad de Lima aun no cumple con darles el bono de 500 soles, equivalente a 150 dólares, para que puedan trasladarse interinamente mientras dure la restauración.

En los años noventa, los shipibos de Cantagallo llegaron desde la selva peruana de Ucayali huyendo del terrorismo y se afincaron frente al río Rímac. Muchos decidieron quedarse en Lima (capital) con sus costumbres, idioma y cultura por lo que se convirtieron en la única comunidad nativa urbana en el Perú. El territorio que habitan es peligroso e insalubre, por lo que en repetidas ocasiones se quiso reubicarlos.

El proyecto más concreto para trasladarlos fue el terreno ecológico Río Verde, propuesto por la gestión de la exalcaldesa Susana Villarán pero no llegó a cristalizar. Al sucederla en el cargo, el alcalde Luis Castañeda Lossio utilizó los fondos para construir un polémico bypass. Al poco tiempo se dio el incendio y los shipibos quedaron desamparados.

Los dirigentes de la comunidad shipiba han llegado a un acuerdo con el municipio para recibir un bono de 500 soles mensuales durante los dos años que dure la reconstrucción.

Pese a que tiene un mes de aprobada en el consejo municipal, la resolución para abonarle 500 soles mensuales a cada familia shipiba aun no se hace efectiva. Ante la demora, algunos han decidido mudarse por sus propios medios y otros esperan que el municipio cumpla su promesa.

Rudy Jordán, Lima.

xsh/mkh