En Gaza, la hambruna se ha convertido en una de las causas más letales del conflicto. Según la OCHA, en un solo día murieron 18 personas por inanición debido al bloqueo y al retraso en la llegada de ayuda vital. El Ministerio de Salud de Gaza reporta que, desde el inicio del conflicto en 2023, alrededor de 76 menores y 10 adultos han fallecido por desnutrición, y solo en las últimas 48 horas, cuatro niños han perdido la vida por esta causa.
En Gaza, un caso reciente que ilustra esta tragedia, es el de Mohamed Al‑Suafiri un gazatie de 42 años, quien falleció ayer por malnutrición, según denuncias de médicos locales. Tras buscar ayuda en varios centros, nada llegó a tiempo para salvarle la vida. Su muerte representa una vida adulta más sumida en la crisis alimentaria derivada del cerco prolongado.
El colapso humanitario en Gaza no da tregua. Con puntos de reparto, donde más de 80 personas fueron asesinadas ayer mientras esperaban alimentos, los ciudadanos viven atrapados entre bombardeos, fuego y hambre. Millones padecen desnutrición aguda, pero los convoyes de ayuda siguen siendo escasos y frecuentemente atacados. Naciones Unidas insisten que solo un acceso seguro y sostenido puede evitar más muertes.
Aquí, en Gaza, la guerra no solo se mide por las explosiones, sino por cada vida que se apaga a causa del hambre. Mohamed Al‑Suafiri es solo uno de los cientos que han muerto por falta de alimento. En esta guerra, el hambre está cobrando más vidas que las bombas.
Huda Hegazi, Gaza
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