La OCHA indicó que el número de casos en el norte de la Franja de Gaza se disparó un 300 por ciento de mayo a julio. En el sur del enclave costero palestino, el incremento fue superior al 150 por ciento durante el mismo período.
Mientras tanto, la cantidad de asistencia alimentaria que ingresó a Gaza en julio fue una de las más bajas desde que comenzó el conflicto, según el organismo.
Stephane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también señaló que “las hostilidades, los caminos dañados, las restricciones de acceso y la falta de orden y seguridad pública han llevado a una grave escasez de alimentos” en el territorio.
“Los niños están pagando el precio más alto con una dieta deficiente y la devastación de los servicios de salud, así como de la infraestructura de saneamiento y agua, lo que incrementa el riesgo de desnutrición y enfermedades”, declaró Dujarric a los periodistas.
El jueves, Adele Khodr, directora regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) para Asia Occidental y África del Norte, expresó su profunda preocupación por la falta de espacios seguros para los niños en Gaza en medio de los bombardeos israelíes.
“Cada día que pasa, la violencia se intensifica en Gaza, cuerpos de niños pequeños son sacados de entre escombros, niños heridos lloran de miedo sin que quede ningún espacio o lugar seguro para ellos”, afirmó.