De acuerdo con medios locales citando a la corte militar, los condenados a muerte residen en el sur de la asediada Franja de Gaza, uno de 43 años, vive en Jan Yunis, y el otro de 30 años, en Rafah.
Por su parte, el Centro Palestino de Derechos Humanos (CPDH), situado en Gaza, condenó el uso de espías palestinos y catalogó los crímenes relacionados con la colaboración con las fuerzas de la ocupación israelí, como “un ataque a la sociedad en su conjunto”.
Esta sentencia se conoce poco después de que un tribunal de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) condenara a un hombre a 15 años de prisión por intentar vender tierra a judíos israelíes. La ley palestina determina que vender tierra a judíos puede ser delito capital.
En julio de 2020, el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) llevó a cabo una gran operación para identificar y arrestar a un grupo de espías entrenados por Israel que tenían planeadas acciones de “sabotaje” dentro de Gaza.
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