Durante mucho años, los Emiratos Árabes Unidos ha alegado que apoya a Palestina y al pueblo palestino, sin embargo, Abu Dabi y Tel Aviv, con el apoyo de la Administración de estadounidense, presidida por Donald Trump, como intermediaria, anunciaron el pasado jueves la firma de un acuerdo para el establecimiento de las relaciones bilaterales, a cambio de que, Israel suspenda la anexión de más territorios palestinos en la Cisjordania ocupada.
El anuncio ha sido condenado enérgicamente por muchos países de la región y ha sido recibido con protestas. Los críticos al pacto lo consideran una traición al pueblo palestino, cuyos territorios están bajo la ocupación israelí. Aseguran que el acuerdo eliminará la posibilidad de cualquier solución al conflicto israelí-palestino.
Con este acuerdo, Israel ha conseguido su vieja aspiración de normalizar los lazos con los países árabes de la región, aparentemente a costa de los palestinos, quienes se están resignando a quedarse sin su tierra ante la pasividad de la comunidad internacional y las conspiraciones de los líderes árabes.
A su vez, grupos palestinos como el Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), han advertido que seguirán firmes en la lucha contra los sionistas.
También, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, denunció este pacto trilateral y lo consideró como una “traición a Al-Quds, Mezquita Al-Aqsa y la causa palestina”.
Las autoridades palestinas han llamado a consultas a su embajador en Abu Dabi y pedido una “reunión de emergencia” de la Liga Árabe (LA) para denunciar dicha acción.
Sin embargo, desde el anuncio de dicha decisión, varios países del mundo, entre ellos la República islámica de Irán, han mostrado su oposición a este pacto. El país persa considera que este anuncio es un acto de “estupidez estratégica” al mismo tiempo que enfatiza que el pueblo palestino seguirá luchando contra este pacto, lo cual fortalecerá al eje de la Resistencia por la liberación de Al-Quds.
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