Esta inesperada y sorprendente decisión se debió a la aceptación del alto al fuego al Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), por parte del primer ministro del régimen israelí, Benjamín Netanyahu.
La aceptación de este alto al fuego causó una guerra interior tanto en el gabinete como en los territorios ocupados, donde los israelíes salieron en una manifestación en señal de protesta y oposición a lo ocurrido.
Ya está fuera él que en un momento había pedido la matanza de todas las madres palestinas. Los gazatíes han querido celebrarlo, repartiendo dulces en las calles.
Todos los palestinos recuerdan muy bien cuando Lieberman prometió al asumir el cargo en mayo de 2016, acabar con el líder de HAMAS, Ismail Haniya, si no entregaba a Israel en un plazo de 48 horas a los dos israelíes, además de los cadáveres de dos soldados que están en su poder. Ahora, desde Gaza, comentan con ironía que su carta de dimisión “entra en vigor en 48 horas”.
Huda Hegazi, Gaza.
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