Por Harun Elbinawi
Es importante señalar que la hegemonía occidental es el mayor mal que el mundo haya visto jamás, y está nuevamente en plena exhibición hoy, mientras los estadounidenses y sus aliados continúan no solo envalentonando al régimen israelí, sino apoyándolo militarmente en medio del genocidio en Gaza.
La maldad de estas potencias arrogantes vuelve a quedar de manifiesto, cuando países que han declarado abiertamente su apoyo a la población de la asediada Franja de Gaza están siendo bombardeados en la oscuridad de la noche.
Es importante señalar que Yemen, a diferencia de muchos otros países árabes, ha estado bloqueando barcos vinculados a Israel en el mar Rojo para obligar al régimen sionista a poner fin a la guerra genocida y al bloqueo inhumano del pequeño territorio de Gaza.
Estas acciones heroicas del ejército yemení cuentan con el apoyo de la abrumadora mayoría de los países. También disfrutan del pleno respaldo del pueblo de Yemen, como lo demuestran las protestas y manifestaciones masivas en las principales ciudades yemeníes en las últimas semanas.
Las potencias arrogantes que atacaron el 12 de enero a Yemen son responsables de más de 75 años de ocupación ilegal de Palestina. Ellos son responsables de lo que está ocurriendo hoy en Gaza y en la Cisjordania ocupada.
Estos son los países que suministran dinero, armas y cobertura diplomática para la ocupación sionista de Palestina. Están promoviendo activamente el genocidio, la depuración étnica, el racismo, el apartheid, la cruel deshumanización y la barbarie extrema en la Palestina ocupada.
Las potencias hegemónicas occidentales y su aliado sionista se han enfrentado a la vergonzosa derrota en Gaza frente a la valentía, el coraje, la resistencia y la firmeza de HAMAS y otros grupos de resistencia palestinos.
Después de casi 100 días de guerra en la Franja de Gaza, la entidad israelí con sus más de 500 000 soldados y todas las armas sofisticadas no alcanzó registrar ni un solo logro a pesar de las masacres a escala industrial de civiles inocentes, de los cuales la mayoría son mujeres y niños.
Esta es la razón principal por la que el eje del mal estadounidense-británico-sionista decidió atacar Yemen para desviar la atención de sus monumentales fracasos en Gaza y tapar los atroces crímenes contra la humanidad que han estado perpetuando contra los habitantes de Gaza.
Más de 25 000 palestinos han sido asesinados desde el 7 de octubre, incluidos más de 12 000 niños y más de 7000 mujeres, según grupos de derechos humanos.
Una cosa es segura: los bombardeos de Saná, (capital), Al-Hudayda (oeste) y Saada (norte) por parte de Washington y Londres no impedirán que el heroico pueblo de Yemen apoye a Palestina y en la práctica se oponga al genocidio en Gaza.
El ejército yemení definitivamente responderá a estos ataques. Yemen no es nuevo en este tipo de agresión, ya que esta honorable nación sobrevivió a más de siete años de bombardeos por parte de la coalición árabe orquestada por Estados Unidos. Solo Irán apoyó a Yemen en su momento difícil.
La cantidad de “exageración” que generó la coalición estadounidense-británica por su “ataque a Yemen” en los principales medios de comunicación es un indicador bastante fuerte de que está concebido como un teatro: un intento inútil de restaurar la “disuasión”.
Los ataques militares reales con objetivos militares no suelen transmitirse con horas de antelación. Y eso es exactamente lo que hizo esta banda imperialista occidental.
El elemento vital de la sorpresa estuvo aquí absolutamente ausente. Es digno de mención que las decisiones estadounidenses y británicas de renunciar al elemento sorpresa al ejecutar ataques permiten tomar medidas preventivas que minimizan las pérdidas, tratando así de evitar una escalada significativa.
Los bombardeos contra tiendas y almacenes vacíos no pueden detener la determinación del pueblo del Yemen de apoyar al pueblo oprimido de Palestina. La historia ha demostrado que el pueblo de Yemen no puede dejarse intimidar por las potencias imperialistas.
Y el sueño de recrear la era estadounidense de arrogancia y dominación seguirá siendo un sueño para siempre. Con estos ataques, la hegemonía occidental ha puesto en peligro el transporte marítimo vital de la vía fluvial Bab El-Mandeb en el mar Rojo.
Este es un momento decisivo de la historia mundial y el heroico pueblo de Yemen ha decidido oponerse a los regímenes más malvados. Tienen el apoyo del mundo, ya que el mundo será un lugar mejor sin el imperialismo, la arrogancia y el terrorismo de Estados Unidos.
Harun Elbinawi es un analista político y de asuntos públicos de Nigeria.