Los ladrillos que se alzan uno sobre otro simbolizan un cambio fundamental en el esquema educativo iraní. En el municipio de Shahriar, al oeste de Teherán, se levantan dos centros de secundaria diseñados con criterios tecnológicos, impulsados por la Vicepresidencia de Ciencia y Tecnología.
Se trata de centros educativos, uno para niñas y otro para niños, cuya construcción se realizó en un tiempo récord de cuatro meses. Ni siquiera las dificultades, como la guerra de 12 días, han detenido el avance de estas obras estratégicas.
Los centros, denominados Farzanegan 1 y Dar-ol-Fonun 1, contarán con 12 aulas cada uno. Además de disponer de infraestructura moderna, incorporan un diseño ecológico que aprovecha la energía solar. Junto a estas escuelas se han creado dos espacios interactivos que, fuera del horario escolar, funcionarán como centros regionales de tecnología y emprendimiento.
Con el nuevo año escolar a la vuelta de la esquina, el proyecto responde a la necesidad de formar a los jóvenes en un mundo donde la inteligencia artificial marca la diferencia.
Nargues Fallah, Teherán
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