Según ha informado este miércoles el ministro portavoz del Ejecutivo nipón, Yoshihide Suga en rueda de prensa, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, durante una conversación telefónica con su par estadounidense, Barack Obama ha exigido en esta jornada investigar este caso.
De ser cierto (el presunto espionaje de los servicios de Inteligencia norteamericanos en contra de funcionarios y empresas nipones), nuestra relación de confianza podría verse dañada", ha aseverado el ministro portavoz del Ejecutivo nipón, Yoshihide Suga
Asimismo, el premier nipón ha pedido la toma de "acciones apropiadas" por parte de Obama respecto a este hecho que le ha preocupado seriamente, mientras que Obama le ha trasladado sus disculpas por el caso, ha añadido Suga.
"El presidente Obama dijo que lo sentía mucho (...) ya que este caso ha generado un gran debate en Japón", ha afirmado el portavoz.
"De ser cierto, nuestra relación de confianza podría verse dañada", ha aseverado el ministro portavoz en declaraciones recogidas por la agencia local Kyodo.
Sus declaraciones hacen alusión a la nota emitida, el pasado 31 de julio, por el portal Wikileaks, en la cual se revela que unos 35 altos cargos del Gobierno japonés, incluido el mismo Abe, fueron espiados por la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés) entre septiembre de 2006 y de 2007.
En otra conversación telefónica, Abe también pidió a principios de agosto al vicepresidente estadounidense, Joseph Biden una investigación al respecto y alertó contra los impactos negativos de este escándalo revelado por el portal Wikileaks en los lazos bilaterales entre ambos países en caso de ser comprobado.
La lista de la NSA con 35 objetivos nipones de "alta prioridad" para interceptar telefónicamente también incluyen la Oficina del Gabinete, el Banco de Japón (BoJ), varios ministerios y grandes grupos comerciales japoneses como Mitsui y Mitsubishi.
La NSA habría tenido acceso a las deliberaciones del Gobierno japonés sobre asuntos como sus objetivos en reducción de emisiones para combatir el cambio climático o políticas de comercio internacional, según WikiLeaks.
La polémica puede afectar seriamente los vínculos Tokio-Washington ya que Japón es uno de los socios clave de EE.UU, en la región de Asia-Pacífico y ambos países cooperan regularmente en materia de defensa, economía o comercio.
Desde el 6 de junio de 2013, fecha en que fue publicada la primera parte de los documentos del excontratista de la NSA, Edward Snowden sobre el programa masivo de vigilancia de EE.UU., se han filtrado con frecuencia datos que confirman el escándalo del Gobierno de Washington.
EE.UU. no solo espió a sus propios ciudadanos, sino a los de otras naciones, incluso a las autoridades de países aliados, como el reciente caso de vigilancia a los últimos tres presidentes de Francia, que fue tildado de "inaceptable" por el premier galo, Manuel Valls.
Asimismo, nuevos cables de WikiLeaks destaparon a principios de julio que la NSA espió el celular de la canciller alemana, Angela Merkel, al interceptar las comunicaciones de muchos otros responsables germanos. Eso provocó que Berlín demandara al país norteamericano explicaciones al respecto.
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