“Los comentarios del embajador de un país amigo y aliado como España son una sorpresa”, señala el Ministerio de Asuntos Exteriores griego en un comunicado, difundido el domingo.
La protesta del Gobierno griego alude a las declaraciones que vertió el embajador español en Atenas, Enrique Viguera, en una entrevista con el periódico Eleftheros Typos en la que aseguró tener garantías claras de apoyo a la integridad de España por parte de la oposición conservadora griega y del presidente Prokopis Pavlopoulos, pero que no podía decir lo mismo del Gobierno griego del primer ministro Alexis Tsipras, de la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA).
“Faltan las declaraciones sobre la cuestión por parte del Gobierno. Sin embargo, otros gobiernos europeos han apoyado calurosamente la integridad territorial de España y la postura de nuestro Gobierno”, agregó Viguera, según recogió el diario español La Vanguardia.
Los comentarios del embajador de un país amigo y aliado como España son una sorpresa”, señala el Ministerio de Asuntos Exteriores griego en un comunicado.
En su nota, la Cancillería griega considera que los comentarios del embajador “ofenden” a la Constitución helena al “sugerir que existe un desacuerdo entre el Presidente de la República y el Gobierno” y señala que, al asumir los argumentos de la oposición griega, el embajador cometió una injerencia en la política interna de Grecia. Esta actitud, añade, roza “los límites diplomáticamente tolerables”.
Recuerda que el sábado el Gobierno griego manifestó su apoyo a la integridad territorial y cohesión de España y a cualquier iniciativa que restablezca el diálogo democrático en el marco de la Constitución española.
“En particular estamos preocupados por la situación en España y reiteramos que Europa solo puede avanzar unida. Las acciones unilaterales no pueden ser aceptables”, expresó el portavoz gubernamental Dimitris Tzanakopoulos.
La reacción del Gobierno de Tsipras se hizo esperar y se produjo después de que el principal partido de la oposición, la conservadora Nueva Democracia, se preguntara si el Ejecutivo heleno tiene una opinión al respecto.
España vive una crisis política por la decisión de la región autónoma de Cataluña (noreste) de declarar su independencia. El Gobierno español, presidido por Mariano Rajoy, conforme el artículo 155 de la Constitución, disolvió el Parlamento catalán y convocó elecciones anticipadas para el 21 de diciembre.
La reacción fue inmediata. Varios países y organizaciones internacionales rechazaron la medida de la Generalitat y enfatizaron que no reconocerán la medida de Cataluña.
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