Entiendo que ese funcionario (Shear) se equivocó al hablar y que Estados Unidos no tiene ningún plan de que esos aviones tengan su base en Australia", dice Abbott.
El miércoles, el asistente de la Secretaría de Defensa para Asuntos del Asia y el Pacífico de EE.UU., David Shear, anunció ante un comité del Senado el envío de "recursos adicionales de la Fuerza Aérea a Australia, incluyendo bombarderos B-1 y aviones de vigilancia".

Durante su discurso sobre la polémica zona del Mar de la China Meridional, Shear declaró que los mencionados recursos se sumaban a los marines destinados en Darwin, en el norte de Australia.
Por su parte, Abbott al expresar su esperanza de obtener más detalles sobre el asunto que habría causado malestar en China, ha dicho: "Entiendo que ese funcionario (Shear) se equivocó al hablar y que Estados Unidos no tiene ningún plan de que esos aviones tengan su base en Australia".

Según las fuentes, un portavoz del Ministerio de Defensa, bajo condición de anonimato, reveló que “el Gobierno de Estados Unidos nos contactó para informarnos de que el funcionario cometió un error al hablar (del asunto)".
En este mismo contexto, el mandatario australiano al enfatizar que tiene una "fuerte amistad con China", ha asegurado que su alianza con el país norteamericano "busca la estabilidad, la paz, el progreso, la justicia" y "no apunta a nadie".
La alianza entre Estados Unidos y Australia se ha fortalecido en los últimos años en los campos de batalla en Afganistán con el despliegue de marines estadounidenses en Darwin (norte).

El despliegue de marines en Australia, unos 2500 para los años 2016-2017, busca fortalecer la presencia militar de EE.UU. en la zona estratégicamente vital Asia Pacífico; medida que ha desatado la ira de los países de la región, entre ellos China.
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