“Si queremos lograr la paz en Siria es imprescindible tomar medidas para acabar con la presencia de grupos terroristas y armados” en ese país devastado por la guerra, observó el viernes el ministro egipcio de Exteriores, Sameh Shukry.
Casi desde un principio, Arabia Saudí, junto a algunos de sus aliados en la región, entre ellos Catar, ha intentado derrocar al Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, país que, de hecho, considera que esos países son los principales patrocinadores del terrorismo en Siria.
“Si queremos lograr la paz en Siria es imprescindible tomar medidas para acabar con la presencia de grupos terroristas y armados” en ese país devastado por la guerra, observó el ministro egipcio de Exteriores, Sameh Shukry.
Se ha llegado a saber que la monarquía árabe, ante las constantes victorias del Ejército sirio, ordenó comprar armas para equipar a 30 mil terroristas y que estos luchan en las filas de distintos grupos armados atrincherados en Siria.
Las autoridades egipcias, frente al belicismo de Arabia Saudí y sus coadláteres, creen que el actual conflicto en el que vive el país árabe solo se podrá resolver por medio del diálogo y la política.
“Todos los países que de alguna manera están involucrados en la crisis siria, en particular Rusia y EE.UU., deben dirigir sus ataques contra las organizaciones y grupos armados y extremistas, sin discriminación alguna”, dijo Shukry, canciller de Egipto.
El diplomático subrayó la necesidad de reanudar lo antes posible las conversaciones de paz y la importancia de acelerar un proceso que redunde en el cese total de hostilidades en Siria. “Si no, aun seguiremos siendo testigos de un país azotado por la violencia”.
Tal como indica el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres, el conflicto armado sirio ha dejado más de 301 000 muertos desde que estalló en marzo de 2011.
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