• El primer ministro francés, Manuel Valls, posa en Tel Aviv, ciudad costera de Palestina ocupada por el régimen israelí, 22 de mayo de 2016.
Publicada: lunes, 23 de mayo de 2016 17:24
Actualizada: lunes, 24 de abril de 2017 4:12

El primer ministro de Francia insiste en que nunca ha dicho ser sionista, pese a sus declaraciones radicalmente proisraelíes y a sus virulentos ataques a los militantes antisionistas locales.

“Yo nunca he dicho que era sionista, esa no es la cuestión. Ese no es mi problema en absoluto. Mi problema es decir que el discurso antisionista es el primer paso, la puerta abierta al antisemitismo”, dijo el domingo Manuel Valls en una entrevista en Palestina ocupada con la cadena BFMTV.

El 7 de marzo, Valls calificó ya la oposición a la ocupación de Palestina de “sinónimo de antisemitismo” en el banquete anual del poderoso lobby sionista autodenominado “Consejo Representativo de las Instituciones judías de Francia (CRIF)”, despertando protestas, incluso en sectores mediáticos y políticos, que habitualmente colaboran en la represión del antisionismo francés.

Yo nunca he dicho que era sionista, esa no es la cuestión. Ese no es mi problema en absoluto. Mi problema es decir que el discurso antisionista es el primer paso, la puerta abierta al antisemitismo”, ha declarado el primer ministro francés, Manuel Valls.

El premier francés, que ha llegado a declarar “por mi mujer, estoy vinculado eternamente a la comunidad judía y a Israel, ¡hombre!”, comenzó el sábado una visita de tres días a Palestina, donde se ha presentado como “amigo de Israel”.

 

Su viaje se produce en un momento en que su popularidad pasa por sus momentos más bajos, acercándose incluso a la del presidente galo, François Hollande, tras imponer por decreto una reforma laboral que no contaba con el apoyo de la Asamblea Nacional (AN) y provoca amplio rechazo en la sociedad francesa.

Según el último sondeo mensual del Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP), publicado este mismo domingo, el 77 % de los franceses se declaran “descontentos” con la labor de Valls: el 36 %, “muy descontentos” y el 41 %, “más bien descontentos”. En abril de 2014, la suma de ambos era solo de 25 %.

mla/ctl/rba

Comentarios