La administración del primer ministro libio, Abdolá Al-Thani, ha decidido "revisar todos los proyectos atribuidos a compañías extranjeras y apartar las turcas de todos los proyectos en el Estado libio", reza un comunicado emitido este domingo al término de una reunión del Consejo de Ministros.
Anteriormente, Al-Thani había señalado que su país adoptó iniciativas para detener las actividades de las empresas turcas en Libia, amén de precisar que las posturas del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, han desestabilizado la seguridad en el país árabe.
Los contratos firmados por las empresas turcas con Libia datan de la época del dictador Muamar Gadafi.
Pese a una profunda crisis política y de seguridad que vive Libia desde la caída de Gadafi en 2011, varias compañías turcas han regresado a este país para continuar sus actividades.
Las autoridades libias en reiteradas ocasiones han acusado a Turquía de brindar apoyo a grupos terroristas en ese país y llevar al Estado africano hacia un profundo caos.
El general retirado de Libia Jalifa Haftar acusó el viernes a Catar y Turquía de apoyar a terroristas en ese país y precisó que "ha llegado el momento de que países como Catar y Turquía, que secundan el terrorismo en Libia, se arrepientan de sus medidas".
En la misma jornada del viernes, miles de las personas salieron a las calles de la ciudad de Bengasi (este), donde quemaron las banderas de Catar, Turquía y EE.UU., para expresar su repudio a la postura anti-Libia de estos países que niegan armar el Ejército libio para hacer frente a los grupos armados.
Desde el levantamiento popular en 2011, que derrocó el dictador Gadafi, Libia se encuentra sumida en el caos, pues la caída del mencionado dictador dio lugar al surgimiento de diversos grupos milicianos fuertemente armados, con profundas discrepancias políticas y objetivos.
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